
No es ninguna novedad que el moderno consumidor se ve constantemente obligado a tomar decisiones y a elegir entre las abundantes opciones que le ofrece el creciente mercado de ofertas. Pero la cuestión resulta delicada cuando se trata de alimentos que integran la dieta de todos los días. Generalmente el consumidor elige influido por condicionamientos, tanto culturales como publicitarios, que poco favorecen su salud. La falta de tiempo, la confusión o el deseo de hallar soluciones “fáciles”, resultan ser malos consejeros a la hora de decidir sobre un aspecto íntimamente relacionado con nuestra calidad de vida: el alimento cotidiano.
Vemos que las modas se multiplican a la par de las promesas, mientras la información objetiva disminuye en forma inversamente proporcional. Esta publicación intenta cubrir dicho vacío, aportando información objetiva que ayude a discernir con mayor conocimiento de causa. En la presente edición, comenzamos reuniendo una serie de monografías sobre algunos alimentos saludables, a veces poco conocidos o escasamente promocionados, pese a ser antiguos y populares. La compilación no es exhaustiva ni mucho menos. Es apenas un puntapié inicial, basado en un puñado de alimentos que vale la pena incluir en nuestra rutina alimentaria para beneficiarnos con sus propiedades. A fin de estimular la utilización de estos elementos, incluimos sugerencias para su correcta manipulación, e incluso algunas recetas para facilitar su empleo en platos de la cocina cotidiana.
Esta recopilación esta integrada por cereales, legumbres, semillas, algas, aceites y condimentos, elementos que a veces tienen “poca prensa” y otras veces “prensa que confunde”. No resulta fácil (¿o sí?) entender porque esto sucede, pero lo importante es no dejarse engañar y manejarse con sentido común, tamizando la información objetiva.
Si bien hay temas tratados en otros libros monográficos específicos -como “Grasas Saludables” o “La Sal Saludable”- aquí abordamos las propiedades de algunos alimentos interesantes y útiles para resolver ciertas problemáticas comunes. Es el caso de ciertos cereales que se convierten en una alternativa válida para salir de la “trigo dependencia”, generadora de variados problemas intestinales como la celiaquía o la candidiasis crónica. El trigo se ha convertido en el cereal omnipresente en nuestra dieta, a través de sus múltiples y masivas presentaciones: panes, galletas, pizzas, fideos, pastas, tortas, facturas, etc. Para peor, estas abundantes opciones nos llegan en la forma menos beneficiosa (harina blanca refinada) y acompañadas de ingredientes poco saludables (azúcar blanca, grasas hidrogenadas, lácteos industriales, aditivos, colorantes, etc). Por ello es bueno considerar saludables opciones como el mijo, la quinoa, el amaranto, el sarraceno, el centeno o la cebada.
También nos ocupamos de las “humildes” semillas, que en realidad resultan ser colosales proveedoras de salud y bienestar físico, a través de su riqueza en vitaminas, aminoácidos, ácidos grasos, antioxidantes y fibras de alta calidad. Asimismo hay un espacio para las especias y los condimentos, en sí mismos una verdadera usina de “exquisitos” principios terapéuticos. Además hay un capítulo dedicado al controvertido chocolate, donde se aclaran muchos mitos en torno a este bastardeado objeto de deseos; así podremos comprender que el problema no está en la modesta semilla de cacao, sino en los ingredientes del industrializado chocolate, y conoceremos una buena alternativa: la autóctona algarroba.
Es bueno que el consumidor tenga elementos de juicio para evitar engaños y decepciones. Es la intención que guía a esta publicación, que esperamos cuente con buena acogida del público, a fin que pueda ir creciendo en futuras ediciones.
He aquí un resumen de las monografías recopiladas en la publicación:
Mijo: alimento humano básico
Quinoa y amaranto: cereales sagrados
Sarraceno: energético y depurativo
Cebada: alimento de filósofos
Centeno: aliado circulatorio
Legumbres: proteínas limpias
Sésamo: tesoro culinario
Chía: rica herencia maya
Lino: las grasas esenciales
Girasol: rey sol americano
Nueces: perfecto equilibrio
Deliciosas semillas: manantial nutricional
Lácteos vegetales: reemplazo eficiente
Cacao y algarroba: saludables alternativas
Algas: los vegetales acuáticos
Especias y condimentos: duendes de la cocina